"Hay momentos en la vida que hacen que cambie todo, ¿no os ha pasado?, seguro que sí, solo
que en ocasiones no somos conscientes de ello, hasta que el cambio forma parte
de nuestra vida y sin él no tenemos forma de concebirla. Pues en agosto de 1998 tuvo lugar el inicio del
mío, ese momento fue mi primera
travesía, fue la Santa Pola – Tabarca, y aunque en aquel momento lo
desconocía, había arrancado un cambio que me conduciría a quien soy en la actualidad.
Siempre he practicado deporte, de todo tipo, desde futbol sala, a
natación, pasando por waterpolo, ciclismo, atletismo, futbol, salvamento,…pero
mi pasión siempre ha sido los espacios abiertos con agua, cómo suena, he
sentido atracción por el mundo acuático en todas sus vertientes, estudié
biología, para seguir con ciencias del mar, pero fue nadando en aguas
abiertas donde encontré mi verdadera
pasión.
La Travesía Santa Pola- Tabarca
(actualmente en sentido inverso) me abrió las puertas a las aguas abiertas,
tras esa primera prueba he procurado buscar y nadar todo lo que he tenido a mi
alcance, las travesías populares no eran tan frecuentes como ahora hace 15
años, y no era fácil encontrar pruebas próximas, aun así nadaba todas las que
tenía a mi alcance. Tras unos años de travesías, waterpolo y natación master en
piscina me planteé nuevos retos, distancias mayores, pruebas individuales, que
me llevaron a nadar el Estrecho de
Gibraltar en dos ocasiones, luego a Suiza
en una prueba de 26,4Km, seguido de Portugal,
China, Grecia, Polonia, Croacia, Serbia,
USA, Argentina, Brasil, Holanda, Francia, Italia, varias islas, siempre
tratando de nadar en nuevos lugares y nuevas pruebas. Muchas de ellas han sido
un gran reto deportivo por distancia, condiciones del agua o gran nivel de
nadadores, otras han sido toda una experiencia donde el simple hecho de nadar
satisfacía con creces mi necesidad de aventura.
Las distancias no siempre marcan la dureza o
dificultad de una prueba,
si bien es cierto que el tiempo empleado suele ser mayor, no siempre es
sinónimo de mayor satisfacción o cansancio, muchos factores determinan ese
grado de dificultad. No he nadado más de 32Km, los 30Km los he nadado en 4
ocasiones, y no todas han sido duras, siempre destaco dos pruebas que me
marcaron por su dureza, una fue en Suiza, con agua a 18 grados y 7h28’, de los
cuales la mayor parte la pasé tiritando en esas aguas que en ocasiones bajaban
a 15ºC, y la otra fue Tabarca-Alicante en 2013, donde el agua prácticamente no
superó los 17ºC en toda la prueba, y sufrí mucho para llegar a meta. Otras
veces me he visto en la obligación de retirarme, cuando deja de ser divertido y
el sufrimiento no compensa, he preferido salir del agua, son cosas que suceden,
y al igual que a veces se puede sufrir y disfrutar una llegada, hay otras veces
que no merece la pena el sufrimiento. Sobre distancias, mis preferidas son las
que abarcan desde los 15 a los 25Km, es la distancia perfecta para disfrutar y
poder llevar buen ritmo, con un intervalo de tiempo muy apropiado para todo.
J.Luis Larrosa y Daniel Ponce |
Mi gran amigo Daniel Ponce ha compartido conmigo un buen número de pruebas, tanto internacionales como nacionales, pero una en especial nos ha marcado, y procuramos que se mantenga en nuestro calendario anual, y no es otra que el Descenso Internacional de la Ría de Navia. Hemos tenido la suerte de conocer, gracias a la natación, a una familia muy especial para nosotros, como es la de Elena González (gran nadadora de aguas abiertas), con sus padres Juli y Juan Antonio, han sido y son nuestra familia asturiana.
J. Luis Larrosa y familia de Elena Glez. |
Conocí a
Elena en su paso por mi ciudad, Elche, cuando vino a estudiar aquí por unos
años, y tuve el placer de compartir multitud de entrenos, forjando una gran
amistad, que nos ha llevado a Dani y a mi a visitarla a Navia. Hablar del Descenso de la Ría de Navia
es hablar de la Fiesta de la Natación de Aguas Abiertas en nuestro país,
por tradición, por antigüedad, y por el buen hacer el ambiente que toda Navia
respira y transmite esos días.
La
Asociación de Amigos de la Ría de Navia trabaja durante el año para poder
llevar a cabo este gran evento, con sus reinas y damas del Descenso, su desfile
amenizado por las gaitas asturianas, su ofrenda a la Virgen de la Barca, la
comida de hermandad, el ambiente previo a la prueba, en sus múltiples
modalidades, el festival de entrega de premios y la posterior noche de fiesta. Navia
se vuelca con el Descenso, y como
resultado obtiene un cada vez más alto número de participantes, venidos de
España y toda Europa para disfrutar de esta fiesta.
Pasacalles de nadadores y bandas folklóricas |
LVII Descenso de Navia. |
Y si tengo que
destacar algo de mis participaciones en ella, en lo deportivo, destaco el gran
ambiente que se crea antes, durante y después de la prueba con los demás
nadadores, el gran nivel que aportan muchos nadadores internacionales que se
dan cita, lo variable que puede ser la ría, siendo la observación y la
información de los veteranos del lugar los que te conduzcan por el buen cauce y
te acompañe la corriente, o te veas frenado por las mareas. En lo personal, es un pueblo con mucho
encanto, en el que he fraguado grandes
amistades, y de donde conservo muy
buenos recuerdos.
LVII Descenso de Navia |
Y como bien dice
su lema, “siempre el agua, siempre los amigos”, la amistad siempre
perdura cuando va unida a tan gran evento. Descenso: nos vemos pronto".
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